CANTO A LA VIDA


Plenitud y comienzo
Alborada, atardecer
Arco iris en el ocaso
Leticia y Bartolomé.

Convocación y acogida
Alegría, aceptación
Mil caminos recorridos
Por los vínculos de amor.

Paisaje campesino
Cafetales y color
Sabor a tierra cuidada
Flores, comida y pasión.

Gracias, cariño, entusiasmo
Horizontes, construcción
Redes de amor que se tejen
En las urdimbres de Dios.

Es Dios que es fuente y camino
Es Dios que vive en acción
Es Dios que en todo proclama
En el amor siempre estoy.


Marta Elena Mejía J.rscj
Mayo 19 y 20 de 2007

HOMENAJE A LETICIA VALLEJO -19 MAYO DE 2007

GALERÍA 2 DE FOTOGRAFÍAS DE LA CELEBRACIÓN HOMENAJE A LETICIA VALLEJO

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HOMENAJE A LETICIA VALLEJO -19 MAYO DE 2007



GALERÍA 1 DE FOTOGRAFÍAS DE LA CELEBRACIÓN HOMENAJE A LETICIA VALLEJO

http://www.slide.com/r/ywLdSTT86j8QYJQZhu12O3L4Mh7PFFnq?view=original

LA FAMILIA

Que ninguna familia comience en cualquier de repente
que ninguna familia se acabe por falta de amor
la pareja sea uno en el otro de cuerpo y de mente
y que nada en el mundo separe un hogar soñador.

Que ninguna familia se albergue dabajo del puente
y que nada interfiera en la vida, en la paz de los dos
y que nadie les haga vivir sin ningún horizonte
y que puedan vivir sin temer lo que venga después.

La familia comience sabiendo por qué y dónde va
y que el hombre retrate la gracia de ser un papá
la mujer sea cielo, ternura y afecto y calor
y los hijos conozcan que tiene el amor.

Coro:

BENDECID OH SEÑOR LAS FAMILIAS AMEN
BENDECID IH SEÑOR, LA MIA TAMBIÉN

Hablado:
Si señor Jesús, bendice nuestra familia universal, oh Dios,
bendice nuestra familia colombiana que se desangra día a día, Señor,
bendice, oh Dios, santo bendito
todas las familais que están desmoronadas, envueltas en el odio,
reintégralas por tu gran amor,
bendice mi familia Señor.

Que marido y mujer tengan fuerzas de amar sin medida,
y que nadie se vaya a dormir, sin buscar el perdón,
que en la cuna los niños aprendan el don de la vida
la familia celebre el milagro del beso y del pan.

Que marido y mujer de rodillas contemplen sus hijos
que por ellos encuentren la fuerza de continuar
y que en su firmamento la estrella que tenga más brillo
pueda ser la esperanza de paz y certeza de amar

La familia comience sabiendo por qué y dónde va
y que el hombre retrate la gracia de ser un papá
la mujer sea cielo, ternura y afecto y calor
y los hijos conozcan la fuerza que tien el amor.

Coro:

BENDECID OH SEÑOR LAS FAMILIAS AMEN
BENDECID IH SEÑOR, LA MIA TAMBIÉN


Autor: P. José Fernandes Oliveira, scj

DOCTOR IGNACIO LONDOÑO PALACIO

Hijo de Fermín Londoño Palacio y Carmen Palacio Isaza, primos hermanos, quienes se casaron en Abejorral en 1845 y emigraron a Manizales junto con la gran corriente migratoria de los antioqueños hacia Caldas.
Debemos comprender el entorno de la ciudad de donde parte este viaje hacia el sur de Antioquia, recordando a la ciudad de Abejorral que fue llamada "La Tierra de los Cien Señores" o "La Popayán Antioqueña". A estos territorios donde reinaban los caciques Maitamac y Pipintá, llegó el mariscal Jorge Robledo hacia 1541, pasando más adelante a formar parte de la jurisdicción de Santiago de Arma en 1544 y de la jurisdicción de Rionegro en 1577.

El corregidor Sancho Londoño en 1762 solicitó autorización a la corona para explorar una mina en las “montañas de la Miel”, cerca de las de sus propiedades en la Ceja y La Unión. Un año después su yerno Felipe Villegas denunció como baldíos los terrenos colindantes con las de Londoño que “comprendían desde los linderos de los indios de Pereira y Sabaleta hasta los nacimientos del río Arma.

En 1763 le fueron otorgadas las tierras actuales de Abejorral, Sonsón, Argelia y Nariño, en Concesión, al español Don Felipe de Villegas y Córdoba, quien emprendió trabajos de minería en las tierras de Abejorral y ordenó la apertura de caminos, en especial el que uniera a Sonsón con Honda. Años más tarde trabajó en asocio con su hijo Don Manuel José ampliando los trabajos en la quebrada las Yeguas y en el río Buey. De esta manera comenzó el poblamiento inicial de estas tierras, por mineros y mazamorreros, que al mismo tiempo sembraban su sustento. Hacia el año de 1786 el capitán Juan Vélez de Rivera solicitó parte de las tierras comprendidas entre el río Arma y el Buey (casi toda la Concesión Villegas), tierras que fueron donadas posteriormente a su yerno don Esteban Arango, lo que ocasiono cuantioso pleito con don Felipe, a quien finalmente le son reconocidas nuevamente sus titulaciones “realengas” sobre la Concesión y se le restableció el derecho de posesión.[1]

En 1793 ya existía una capilla en Yeguas, dependiente de la parroquia de Arma, atendida por el Padre Ignacio de la Cuesta y Jiménez. Alrededor de este templo surgió un caserío. En 1800 a la muerte de Don Felipe, los terrenos de Abejorral correspondieron a su hijo, el Maestro Don José Antonio Villegas, quien tomó posesión de ellos y traslado la capilla dedicada a Nuestra Señora del Carmen al lugar en donde hoy esta la ciudad, lugar en el cual levanto su casa, la de sus hijos y sus esclavos. El Sitio de Nuestra Señora del Carmen de Abejorral en 1806 contaba con una población de 1506 habitantes, pertenecía a la jurisdicción de Rionegro y eclesiásticamente dependía de Santiago de Arma. Don José Antonio Villegas pide la erección de la Parroquia, lo cual se logra el 16 de febrero de 1808. En 1810 fue llamada Nuestra Señora de Santa Catalina del Abejorral, año en el cual fue nombrado Alcalde el Maestro Don José Antonio Villegas.[2]

Se demuestra oficialmente la fundación de Nuestra Señora del Carmen de Abejorral, el 15 de enero de 1811, fecha en la que el fundador Don José Antonio Villegas otorgó escritura pública de planeamiento y donación de doscientos solares para los pobladores y lotes para la edificación de la iglesia y edificios públicos.[3]

Los apellidos más frecuentes en Abejorral fueron: Arango, Bernal, Betancourt, Botero, Castaño, Florez, Gallego, González, Gutiérrez, Henao, Isaza, Jaramillo, Jiménez, Londoño, Naranjo y Villegas.[4]
Muchos de los habitantes de Abejorral y otras ciudades antioqueñas, iniciaron un movimiento colonizador hacia Sur de Antioquia, es decir hacia Caldas, Risaralda, Quindío, Norte del Tolima, Norte del Valle del Cauca y Chocó debido a que con el advenimiento de la República el territorio no ocupado o "baldío" fue repartido en pago de servicios a la Independencia, lo mismo que como galardón a los jefes legitimistas de la guerra del 40. Quedó así la tierra sin aprovechamiento en manos de pocos dueños, sustraída al desmonte y la siembra en vastos latifundios que, a su hora, fueron nueva valla a la expansión y al progreso de la faena agraria.
[5]

Se entabló entonces la lucha entre colonos y terratenientes. Fundan aquellos el derecho de propiedad sobre el trabajo y éstos lo basan en un título. La presión de masas obliga a los propietarios a ceder terrenos para caseríos, células iniciales de dominio que eran a modo de bloques cooperativos de producción, consumo y defensa. Las nuevas fundaciones valorizan a su vez los predios circunvecinos, pero estancan su progreso la carencia de vías, pues sus trochas eran despeñaderos de cabras, la dificultad de aprovechamiento de las aguas en las cuchillas donde se emplazaban por razones de estrategia defensiva de los bichos y por los saqueos en las contiendas civiles. Durante ellas Filadelfia, en su desventajosa situación militar, fue saqueada diez veces.[6]

Con la parcelación de la propiedad vino el auge de la agricultura y de la minería; la holgura económica incrementó el intercambio de géneros con Mompós, Mariquita, Honda, Popayán y Quito; aumentó la población (cada pareja tenía en promedio 8 hijos) y se produjo la ocupación de nuevos territorios, la fundación de pueblos y el expansionismo creciente: se inició el éxodo hacia el sur y las selvas del territorio de Caldas empezaron a caer al golpe del hacha conquistadora.[7]

En la época de la Independencia (1819) y la Gran Colombia (1820-1830) los principales polos urbanos de Rionegro y Salamina contaban con grandes latifundios (de miles de hectáreas) y se dio el fenómeno de lo que se llamo "los cultivadores sin parcela" quienes emigraron hacia el sur, colonizando a su paso. De esta manera, comenzó el nuevo espíritu colonizador de aquel entonces, el cual tuvo multitud de causas:
Una primera de intención política: la necesidad de enlazar de alguna manera a Santa Fe de Antioquia con Popayán, que fueron por algún tiempo los extremos de una sola provincia del Cauca.

Otras de orden social: la falta de tierras de los campesinos del oriente antioqueño (Rionegro, Marinilla y principalmente Sonsón, que padeció una aguda pobreza desde los primeros años de la República); el agotamiento de las minas de oro y su sustituto, la fiebre de la guaquería, suscitada por la extensa difusión que se dio al hallazgo de tesoros legendarios, como los de Maraveles, Pipintá y Calarcá, la fiebre del caucherismo, y por otros no divulgados, pero presentidos; la necesidad de escapar a los reclutamientos de las guerras finiseculares; la expulsión consentida de los varones adultos por familias demasiado prolíficas, incapaces de dar sustento a tantos hijos; y, en fin, el descubrimiento del café como un producto ideal para la colonización de vertiente, para afirmar y dar trabajo al tipo de familia paisa tradicional, y para mantener abierto un mercado externo y unas relaciones comerciales que se habían conquistado con la exportación del oro, a punto de perderse por la reducción drástica en la producción minera..
[8]
[1] www. Geocities.com/raicespaisas/Abejorral.htm
[2] www.geocities.com/raicespaisas/Abejorral.htm
[3]www.geocities.com/raicespaisas/Abejorral.htm
[4] www.geocities.com/raicespaisas/Abejorral.htm
[5] www. Geocities,com/raicespaisas/colonizacionantioqueña
[6] www.geocities.com/raicespaisas/Abejorral.htm
[7] www. Geocities.com/raicespaisas/colonizacionantioqueña
[8] www.geocities.com/raicespaisas/colonizacionantioqueña.htm

Escrito por MARIA LUISA RAMÍREZ LONDOÑO


(Imagen realizada por Camila Andrea González Galindo)

La Migración Antioqueña Hacia El Sur A Finales Del Siglo Xviii Y Principios Del Siglo Xix

Desde el occidente de Antioquia y hacia el sur se inició un movimiento de gentes trabajadoras que desmontaron selvas y fundaron pueblos en la cordillera andina en varias etapas:
En una primera etapa llegaron hasta los Altos de
Sonsón(1800), Abejorral (1806) y Aguadas (1808), en las tierras de la Concesión Villegas, en las cuales surgieron estos primeros pueblos de la colonización antioqueña, desde finales del siglo XVIII y en las dos primeras décadas del siglo XIX. En esta marcha los colonos refundaron a Arma Viejo, la cual se había convertido en una estación intermedia para arrieros en el camino que va hacia Marmato y Popayán.
Una segunda etapa se realizó cuando los colonos antioqueños invadieron las tierras de la Concesión Aranzazu, en las cuales surgieron los pueblos de
Salamina (1825), Pácora (antes Arma Nuevo, 1832), Neira (1842), Manizales (1849) y Santa Rosa de Cabal (1844). Estos colonizadores debían seguir el Camino del Norte o Camino de la Colonización, que desde Abejorral pasaba por Sonsón, Salamina, Neira, el río Guacaica y llegaba a Manizales.
A la ciudad de Manizales que en 1852 contaba ya con 3000 vecinos, llegaron Fermín Londoño Palacio y María del Carmen Palacio Isaza. Fermín era hijo de Ignacio Londoño Bernal y Raimunda Palacio. María del Carmen era hija de Pedro Palacio y Mónica Isaza.
[1]
La tercera etapa se realizó en la segunda mitad del siglo XIX, cuando se colonizó el Quindío, con el estímulo de la búsqueda de las guacas quimbayas, del caucherismo, de la cría de cerdos, de las guerras civiles y del cultivo del café; así surgieron las ciudades de Pereira, Armenia, Calarcá, Circasia, Montenegro, Caicedonia y Sevilla.
Una cuarta etapa en los finales del siglo XIX desplazó la colonización antioqueña hacia el norte del Tolima, Valle, Chocó y las áreas de los ríos Sinú y San Jorge. El proceso de colonización continuó en el siglo XX hacia el Golfo de Urabá y los Llanos Orientales.
[2]

[1] Gabriel Arango Mejía. Genealogías de Antioquia y Caldas. Editorial Bedout. S.A. 1973 pag 543
[2] www.geocities.com/raicespaisas/colonizacionantioqueña.htm
(Imagen sacada de www.raicespaisas.org)

La Travesía

Para llevar a cabo este viaje, los colonos se desplazaron por las riberas de ríos y quebradas y por el lomo de las montañas para orientarse y estudiar el paisaje; tuvieron que cruzar caudalosos ríos sin puentes, entre ellos el Arma, Chamberí, la Honda y el Tapias. La espesura de la selva impedía la penetración de los rayos del sol por lo cual el suelo permanecía húmedo, formando inmensos pantanos camuflados por la hojarasca, llamados "Tiembla Tiembla" que se convertían en trampas mortales.[1]
Los niños eran transportados en silletas a la espalda por los peones, todos abriendo el camino con machete, las vacas ayudaban a trillar el camino, los bueyes transportan enseres, llevaban cerdos, gallinas y perros.
[2]
Para pernoctar hacían alto en un claro de la enmarañada selva, descargaban los bueyes, encendían la hoguera para que las mujeres prepararan la comida y los hombres armaban un abrigo para la noche.[3]
La rutina era despertar al amanecer, desayunar, recoger, fregar y acomodar enseres de cocina, dicha actividad la realizaban las mujeres; los hombres recogían los bueyes, los cargaban, preparaban las silletas, acomodaban las cosas y luego seguían su camino.
Tenían muchas prácticas piadosas: entre ellas, rezar el Rosario vespertino, alabados matinales, escapularios y rosarios en pechos de grandes y chicos, bendición de alimentos antes de cada comida y gracias después de la comida. Se aprendía el
catecismo del Padre Astete de memoria y así se transmitía de padres a hijos la fe, los mandamientos, los sacramentos, las obras de misericordia, los pecados capitales, etc.
Usaban vestidos de dril, alpargatas, sombreros de ancha ala, machete al cinto, carriel de nutria terciado en el hombro izquierdo con yesca para el fuego, tabacos impregnados de vainilla, agujas para coser y de arriería, cabuyas, dinero, y ruana terciada al hombro.
[4]
Este viaje que emprendieron Fermín y Carmen junto con los demás colonos, siguió el camino de la colonización desde Abejorral pasando por Sonson, Salamina, Neira, el río Guacaica para finalmente llegar a Manizales.

[1] www.geocities.com/raicespaisas/colonizacionantioqueña.htm
[2] www.geocities.com/raicespaisas/colonizacionantioqueña.htm
[3] www.geocities.com/raicespaisas/colonizacionantioqueña.htm
[4] www. Geocities.com/raicespaisas/colonizacionantioqueña.htm
(Imagen sacada de www.raicespaisas.org)

Fundación De Manizales

Los colonos observaban desde Neira el espinazo de la cordillera donde hoy se encuentra el alto de Chipre, veían la forma de un "morro gacho"; ese fue el primer nombre dado a la región. El más importante explorador de las tierras del sur fue Fermín López Buitrago (1780 - 1846), nacido en Rionegro: no fue el fundador de Manizales, pero sí el primero en pisar estas tierras. Aunque llegó aquí por equivocación, en 1834 o en 1837, lo que en realidad lo trajo fue la esperanza de encontrar un territorio libre para ser poblado. "En el siglo XVIII estos valles, selvas y lugares inhóspitos, baldíos, no tenían dueño conocido. Con la Conquista pasaron a ser propiedad de la corona española, por lo que recibieron el nombre de realengas", escribe Javier Ocampo López, miembro de Número de las Academias Colombianas de Historia y de la Lengua, en "Manizales 150 Años". Explica que cuando a un particular se le entregaba una de estas demarcaciones, se hacía por medio de una concesión, con el compromiso de que fuera explotada con fines económicos.[1]
González Salazar, Aranzazu, Villegas y Burila fueron unas de esas concesiones. De la primera, salió don Fermín López con el deseo de hallar un nuevo sitio donde ubicarse con su familia y con la de José Hurtado. Llegaron hasta el Morro de San Cancio. [2]
En esta expedición "los colonos que lo siguieron, descuajaron montes, construyeron casas para sus familias, plantaron maíz y demás productos para su sustento durante tres años, en las tierras donde años después fue fundada Manizales", narra Ocampo López. Don Fermín, al darse cuenta que permanecía en la comarca de la compañía González Salazar, recogió sus utensilios y junto con su familia y amigos se devolvió para Salamina, en donde se enteró del error que había cometido al confundir el río Guacaica con el río Chinchiná.[3]
Bien pudiera haberse quedado allí Fermín López con la esperanza de que su paradero no sería descubierto, o de que se le cedería el terreno que había ocupado, pero este hombre honrado se hizo la reflexión siguiente: 'Estoy dentro de los terrenos que he prometido abandonar, y ante todo debo cumplir mi palabra, escribe Valencia Llano, citando al escritor José María Restrepo Maya.
Sin embargo, el error no fue impedimento para continuar con la colonización. Emprendió camino hacia el sur, ruta donde encontró a Cartago, hoy Pereira, y a Santa Rosa de Cabal, municipio que fundó y que bautizó con ese nombre porque el 30 de agosto de 1843 era el día de la patrona de América Santa Rosa de Lima.
[4]
La dirección escogida fue intencional, pues según Ocampo López, "la decadencia de la minería y la agricultura en Antioquia, el crecimiento demográfico de la población antioqueña y el estado miserable de grandes núcleos de población", lo llevaron a él y a sus compatriotas a emigrar hacia el sur. Tres años después de haber fundado a Santa Rosa de Cabal, don Fermín murió. La huella de su machete quedó marcada en el sitio conocido como Los Rastrojos, un lugar donde los fundadores de Manizales, no sólo encontraron vestigios de su presencia, sino el aliento suficiente para hacer posible la Colonización Antioqueña.
El Papel desempeñado por Fermín López reviste gran importancia porque tras sus huellas caminaron otras personas que viniendo de diferentes puntos de Antioquia se sumaron al torrente colonizador.
[5]
Desde 1846 los colonos vivían en Neira pero sus parcelas estaban localizadas en numerosas fincas de Morrogacho; aquí producían artículos de subsistencia (maíz, fríjol, plátano, yuca, gallinas, cerdos) y compraban en Neira y Salamina la ropa y las herramientas de trabajo.[6]
Por estos años los habitantes de Salamina y Neira tenían un complicado pleito con la empresa González-Salazar y Compañía que alegaba ser la propietaria de los terrenos que se extendían desde Salamina hasta el río Chinchiná; los colonos confundieron el río Guacaica (entre Neira y Manizales), con el Chinchiná y pensaron que si cruzaban aquél se salían del territorio pretendido por González-Salazar y Compañía. Por estas razones los pobladores tomaron la determinación de fundar una población en Morrogacho; el 6 de julio de 1848 realizaron la llamada "Exploración de los Veinte" ya que estaba integrada por este número de personas propietarias de fincas, aunque también participaron algunos peones. La siguiente es la lista de estos exploradores considerados fundadores de la ciudad de Manizales: Antonio María Arango, Joaquín Arango Restrepo, Victoriano Arango, Pedro Arango, José Pablo Arias, Silverio Buitrago, Antonio Ceballos, José María Correa, José Joaquín Echeverri, Nicolás Echeverri, Alejandro Echeverri, Esteban Escobar. Manuel María Grisales, Vicente Gil, Vicente Giraldo, Juan Antonio Gómez, Marcelino Palacio. José María Pavas, Antonio Quintero, Benito Rodríguez.[7]
La Expedición salió de Sancancio o Rastrojos y se dirigió a lo que hoy se llama La Enea y Tesorito, estaban dispuestos a realizar la población en La Enea, en una explanada que encontraron, rozaron el monte pero pensaron que este poblado quedaba por fuera del camino que de Neira conducía a Santa Rosa de Cabal y Cartago. Buscaron otro sitio en Las Minitas, en la margen derecha de la quebrada de Olivares, aquí rozaron el monte trazaron la plaza y las calles, pero también abandonaron el sitio por quedar por fuera del camino Neira-Santa Rosa de Cabal. De aquí marcharon hacia la cuchilla de El Carretero en el camino para La Elvira, pero encontraron el lomo de la cuchilla estrecho, poco sólido y falto de agua por lo que decidieron marchar hacia el punto donde hoy se encuentra la Plaza de Bolívar.[8]
El terreno señalado estaba bien ubicado como cruce de caminos y desde el punto de vista militar, pero era la finca de Manuel María Grisales el cual entregó el terreno para la fundación del poblado y para la repartición de lotes a condición de que cada favorecido le pagara un peso sencillo por el solar que recibiera. Sobre esto escribió Grisales, años más tarde, que el compromiso lo cumplió solamente don Ignacio Londoño y agrega que "Perdí así todo mi trabajo de aperturas, desde el cementerio viejo hasta la catedral, debiendo tenerse en cuenta que en aquellos tiempos los víveres eran muy costosos, porque se traían a espalda desde Salamina y sudando la gota gorda, porque no había caminos".
No se sabe la fecha exacta de la fundación del poblado ya que no se hizo acta, además la fundación como tal duró varios días; pero de acuerdo con los protagonistas la fundación ocurrió el mes de septiembre de 1848. Durante este mes se limpió el terreno y se organizó la "roza de comunidad" o sea el cultivo de maíz y fríjol para alimentarse posteriormente mientras continuaban la "limpia" del terreno. A continuación se demarcó la plaza principal llamada Bolívar, se separó un lote para construir la iglesia y se repartieron los solares para los pobladores. Toda esta actividad fue dirigida por Marcelino Palacio, Manuel María Grisales, Joaquín Arango, Antonio María y Victoriano Arango, Nicolás, Joaquín y Alejandro Echeverri, Antonio Ceballos, Vicente Gil y José María Osorio, los cuales deben ser considerados como los más importantes fundadores de Manizales.
[9]
Se tuvieron en cuenta varios nombres para bautizar la nueva villa: Morrogacho, Guacaica, Palestina y Manizales; pero se impuso este último por la abundancia de la piedra maní que es una roca granítica de color gris, compuesta por mica, feldespato y cuarzo, muy abundante en los ríos de la región. Por la abundancia de esta piedra la gente decía que la zona era un gran manizal, región de muchos Manizales.[10]
Transcurridos estos hechos los fundadores se preocuparon por darle vida legal a la joven villa ya que los terrenos estaban siendo reclamados por la empresa González-Salazar y Compañía. En este sentido Marcelino Palacio quien ya se había enfrentado a esta empresa inició intensa campaña para dejar en claro la fundación de Manizales. Para ello habló con don Mariano Ospina Delgado, vecino de Salamina y Diputado de la Cámara Provincial de Antioquia para que presentara un proyecto de ordenanza que considerara la creación del distrito de Manizales. El proyecto se presentó el 16 de septiembre de 1849, el 1 de octubre se dictó la ordenanza de la fundación y el 12 del mismo mes fue sancionada por el gobernador, Jorge Gutiérrez de Lara.[11]
Después de esta ordenanza fueron nombradas las primeras autoridades del municipio: Antonio Ceballos, primer Alcalde; Antonio María Arango, Juez y como Procurador, Joaquín Arango. Además se eligió el Cabildo (Concejo) el cual empezó funciones el primero de enero de 1850. Se iniciaba la administración municipal.[12]
En estas condiciones el territorio conocido como Morrogacho se pobló rápidamente y en la medida que surgían guerras civiles, nuevos contingentes de campesinos sin tierra se vinculaban a la aventura colonizadora huyendo de los reclutamientos para los ejércitos y de los empréstitos forzosos para aprovisionar las tropas. Durante los años 1842 - 1848 la región de Morrogacho fue habitada por numerosos colonos que llegaban con sus familias y se situaron en la Linda, El Tablazo, El Guineo, Morrogacho (Chipre), Plano de Morrogacho (La Francia), Sancancio y La Enea. Los colonos llegaban provistos de herramientas: barretones, azadones, palas, regatones, güinches (para rozar y desyerbar), calabozos (especie de machete curvo para rozar), hachas, serruchos de mano y largos para aserrar, limas para amolar, todos estos eran elementos fundamentales para colonizar. Pero además los bastimentos incluían mazorcas de maíz amarillo y de maíz capio, talegas con vainas de fríjol, semillas de papa, colinos de yuca, de arracacha y de plátano; en tarritos pequeños transportaban semillas de plantas medicinales y de algunas matas de adorno.
Pero mientras cultivaban la roza y la sementera, los colonos se alimentaban de carne de monte ya que abundaban venados, guaguas, gurres, conejos, cabras, pavas y dantas. Además las primeras familias dispusieron del ganado vacuno que estaba remontado en las llanuras al pie de la nieve del Nevado del Ruiz y que había pertenecido presumiblemente, a una comunidad religiosa de Mariquita.
[13]
De otro lado los colonos encontraron minas de aluvión en las quebradas y en los ríos, lo que les permitió disponer de recursos para comprar herramientas de trabajo, ropa y semillas, las cuales adquirirían en Salamina y Neira. La apertura de caminos de herradura como vías de comunicación, hizo aparecer los tambos y posadas a la orilla del camino, cada 3 leguas.[14]

[1] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[2]www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[3] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[4] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm
[5] www. Geocities.com/raicespaisas/morrogacho.htm
[6] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[7] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[8] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[9] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm
[10] www.Geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
[11] www.Geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
[12] www.Geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
[13] www.geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
[14] www.geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm


(Imagen sacada de www.turiscolombia.com)

La Finca Campesina

El secreto de la colonización como fenómeno de enorme fuerza social es la finca campesina de nivel medio en la cual cumplían las siguientes fases:
El colono y su familia se enfrentaban al bosque: cortaban bejucos y malezas y se construía el rancho de vara en tierra con guadua en forma de tejas largas, toldos de género, vigas con maquenques, techo con astillas y coca de palma de chonta. El agua era traída a la casa mediante canoas (descuaje de troncos y madera tumbada, amarrando estacones con bejucos atacorral). No faltaba la imagen de la Virgen María y la Cruz de Mayo en el patio y frente de la casa: "santa cruz de mayo, te llevo a mi fundo, para que nos libres, del pérfido mundo". Después se realizaba la "socola" que consistía en limpiar el terreno de malezas, bejucos y arbustos pequeños y luego se pasaba a la "derriba" que consistía en cortar los grandes árboles o a la "pica de la arriada" (picar los árboles haciéndoles una hendidura con un hacha sin derribarlos, luego el árbol más grande se corta y tumba sobre los otros para que caigan todos). Por último, luego de devastar la selva ("la galga") se esperaba el verano para realizar "la quema": el fuego se convertía en un arma eficaz para transformar en ceniza el rastrojo y los troncos al tiempo que facilitaba la eliminación de avisperos, arañas y culebras y mantenía alejados a tigres y osos.
[1]
En el terreno preparado organizaban la roza, unidad agrícola que se fundamenta en el maíz y en el fríjol, productos básicos de la alimentación diaria: la arepa para las tres comidas principales del día, los frijoles para la comida de la tarde, la mazamorra y el claro como sobremesa; y el sobrante, para alimentar gallinas y cerdos. El fríjol se secaba en su vaina, y cuando estaba tostado por el sol se desgranaba y almacenaba con un poco de cal en polvo para protegerlo de las plagas. El maíz se cogía cuando el grano endurecía sin estar totalmente seco, para salvarlo de plagas, aves y ardillas, luego se colgaba de los travesaños del techo, enturegado (dos mazorcas de maíz atadas por las hojas de sus capachos).- En la siguiente fase el campesino cultiva la sementera, o sea el cultivo de plátano, yuca y caña de azúcar, productos que contribuían notablemente a satisfacer las necesidades básicas de la familia y se convertían en punto de apoyo para la fundación del pueblo.
Entre la señora y la abuela organizan la huerta, en una parcela pequeña junto a la casa, cercada con latas de guadua, cañabrava o matas de fique. Las mujeres cultivaban hortalizas y condimentos: cebolla, tomate, col, repollo, ahuyama, vitoria, ají pajarito, cilantro y azafrán, el huerto medicinal: albahaca, apio, cidrón, hinojo, limoncillo, llantén, malva, manzanilla, paico y saúco. Al mismo tiempo se pone especial esmero en el gallinero ya que la gallina suerte de huevos y de carne, especialmente durante los primeros años de colonización (había que cuidar el gallinero de las chuchas y zorras). La familia se dedica a cuidar los cerdos los cuales son alimentados con los sobrantes de la finca, convertidos en aguamasa. Esta fase culmina con la organización del trapiche panelero para moler la caña y satisfacer sus propias necesidades de miel y de panela.

Lo ideal para el campesino era lograr desarrollar en su finca todo el proceso anterior. De este modo se fue configurando la finca integral y autosuficiente la cual garantizaba el desarrollo de una familia numerosa, apegada a la tierra, que vendía productos en el mercado y compraba otros, que tenía casa en el pueblo y participaba de la vida social de la joven aldea.[2]
La comida provenía de su propia finca: la roza, la sementera, huevos, miel para calar plátanos, hacer caramelos, alfandoque, polveados, panela, y la carne de gallina o cerdo sólo se consumía en ocasiones especiales (sancocho) .Para el caso de Manizales nuestros colonos laboraban y mercadeaban los productos de la roza y de la sementera. Compraban: herramientas, ropas, yesqueros, perros, gallinas y cerdos. El maíz y el fríjol sobrantes se transformaban en aguamasa para engordar cerdos los cuales eran llamados la "alcancía del pobre" y contaban con mejor mercado: con la venta de los cerdos compraban herramientas, ropa y cubrían gastos de los partos. También tenían demanda productos como la miel, la panela y las gallinas. Hacían guaquería para vender el oro de las guacas y adquirir herramientas de trabajo, ropa y víveres mientras lograban la primera cosecha.
La niña aprendía que administrar una casa en el campo incluía esposo, hijos y peones para alimentar, la finca era su escuela y aprendían con su madre y abuela.
La abuela era bien apreciada y acatada, transmitía las tradiciones familiares, los saberes antiguos, las canciones infantiles, las recetas de los dulces, las historias para dar miedo y para hacer soñar. No faltaban los cuentos de la patasola, el mohán, la madreselva, el hojarasquín del monte, los duendes y las brujas.
[3]
Esta era la vida en las fincas de la época pero diferente era en las aldeas. Ya se visliumbraba lo que sería la vida política de la ciudades organizando sus iglesias plazas y nombrando las autoridades, como lo veremos a continuación.


[1]www. Geocities.com/raices paisas/Manizales.htm
[2] www.geocities.com/raicespaisas/Monizales.htm
[3] www.geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
(Imagen sacada de la pagina web de la Biblioteca Luís Ámgel Arango)

La Familia Londoño Palacio En Manizales

Fermín y Carmen se asentaron en Manizales, en donde nacieron sus diez hijos, Rafael, Narciso, Maria del Carmen, Jesús Maria, Ignacio, Manuel, Raimunda, Valentín, Pedro José y Juan Bautista.[1]
Ignacio nació el veintiocho (28) de marzo de mil ochocientos cincuenta y cuatro (1854), parece que fue el único de los diez hermanos culturalmente promovido.
[2]
En la época de su nacimiento la ciudad de Manizales pertenecía al estado soberano del Cauca pero a raíz de las guerras separatistas en 1860 después de Guerra de la Esposión Mosquera dicta el decreto que separa al estado del Cauca de la Confederación Granadina, por lo que el gobierno de Antioquia sitúa el Estado Mayor y su ejercito, en Manizales.
La historia de Ignacio se desenvuelve dentro de la historia provincial de la ciudad de Manizales transcurriendo entre anécdotas históricas como las primeras mediciones científicas y el trazado de la plaza el 12 de Enero de 1852 por el geógrafo Agustín Codazzi ; la siembra del primer cultivo de café en 1864 por Eduardo Walker; el terremoto de 1875 época para la cual la ciudad contaba con 11.000 habitantes; la guerra civil partidista de 1876 ente conservadores apoyados por la Iglesia contra el ateismo liberal ; la declaración de Manizales en 1876 como capital del departamento del Sur de Antioquia , después provincia del mismo nombre; la declaración como distrito judicial del sur con Tribunal de Justicia en 1896; la creación del Departamento de Caldas el 11 de Abril de 1905; la construcción en 1910 del medio de transporte más creativo visto en Colombia con es el cable aéreo que unió a Manizales con Mariquita, para tener acceso a la vía fluvial más importante del país como lo era el río Magdalena con un recorrido de 71.823 metros y sostenido por 376 torres de hierro que oscilaban entre 4 y 6 metros de altura. En Soledad, Fresno y Mariquita estaban las principales estaciones. Su movimiento lo imprimían 9 motores de 20 caballos de potencia.
[3]
El comercio en Manizales para 1880 se efectuaba con Cartago, Honda, Facatativá, Marmato y Medellín, utilizando recuas de mulas y bueyes con el fin de acarrear víveres y otros productos, siendo los artículos de mayor comercio, el oro, el café, los cueros, el caucho, la sal y el cacao. El crecimiento de la ciudad no se vio disminuido por los fuertes terremotos, solo hubo un cambio de orientación en el sistema de construcción a partir de 1884, que consistía en edificar la planta baja en tapias y el segundo piso de madera, pero este sistema convirtió a la ciudad en presa fácil de los incendios, como se demostró con las conflagraciones de julio de 1922, julio de 1925 y marzo de 1926.
[4]
El desarrollo comercial de la ciudad creó las condiciones para el surgimiento de una generación de intelectuales que vivió el tránsito de la aldea a la ciudad.
En este grupo sobresalen José Ignacio Villegas, Juan Pinzón, Emilio Robledo y Aquilino Villegas, los cuales se expresaron desde principios de siglo, en la Revista Nueva, en la revista Manizales y en el Archivo Historial.
[5]

[1] Archivo familiar Diego Restrepo Londoño Sacerdote - Historiador. Genealogía de puño y letra de Rafael Restrepo Ángel yerno de Ignacio Londoño Palacio. Medellín 1932.
[2] Archivo Catedral Basílica de Manizales.
[3] www.geocities.com/igomezj/manizales.html
[4] www.geocities.com/igomezj/manizales.html
[5] www.geocities.com/igomezj/manizales.html
(Imagen: De pie: Alicia. Sentada Lelia Arango)

El Contexto Político A Mediados Del Siglo XIX

En la época inmediatamente anterior al nacimiento de Ignacio Londoño Palacio, ya se habían definido políticamente los partidos conservador y liberal. Para 1849 había ganado la presidencia el liberal José Hilario López tras la división del conservatismo; su gobierno estuvo marcado por las grandes transformaciones, creándose un clima de libertades, como la libertad de cultos; la separación de la iglesia y el estado; la extinción del fuero eclesiástico, que llevó al clero a una revuelta armada que provocó la expulsión del arzobispo y los Jesuitas. Estos cambios trajeron gran reacción anticlerical.[1]
En la constitución de 1853 quedó plasmado el final de la época de la colonia, ya que en ella se observan varios aspectos como el debilitamiento del poder ejecutivo, la separación de iglesia y Estado, las libertades absolutas; se estableció el sufragio universal y el matrimonio civil y se abrió el camino al federalismo. Estos cambios y amplitudes trajeron como consecuencia la división interna de los liberales.
En 1858 mediante la nueva Constitución se da paso al federalismo y se cambia el nombre de Republica de la Nueva Granada por el de Confederación Granadina.
Fue una época de gobiernos marcadamente conservadores, lo que dio paso al surgimiento de opositores tanto liberales como conservadores. La oposición liberal surgió por leyes que dictó Congreso sobre la intervención del gobierno en los estados, que para esa época eran casi soberanos. El alzamiento de mayor repercusión fue el del Cauca, cuyo gobernador era el General Mosquera, quien herido por los desaires recibidos del partido conservador y el rechazo de su candidatura de 1857, se distanció del partido conservador y se alió con el liberal José María Obando emprendiendo una ofensiva contra el presidente Mariano Ospina Rodríguez, de la que después de muchas batallas salió triunfante el General Mosquera, consiguiendo el apoyo de otros gobernadores quienes se habían adherido a su pensamiento.
[2]
Mosquera el 26 de Julio de 1861, le cambia el nombre de la Confederación Granadina por el de Estados Unidos de Colombia, construyéndose sobre el federalismo los principios que regirían en la constitución de Rionegro de 1863.
En la constitución de 1863 se suprimió el nombre de Dios en el preámbulo, consagrando un cúmulo de libertades que hundió al país en la anarquía. Se libraron muchas batallas entre liberales y conservadores, siendo la más sangrienta la de Garrapata cerca de Ibagué; también se recuerda la de Manizales que terminó con la rendición de los conservadores. Esta guerra tuvo un carácter religioso por la participación del clero unido a los conservadores.
[3]
Se observó que la separación de la Iglesia y el Estado no era propicia y que el federalismo impulsaba la diferencia, y algunos jefes comprendieron la necesidad de buscar un entendimiento entre el clero y los liberales, estos últimos llevaron algunas propuestas de reconciliación, pero el Senado siempre las negó.
[4]

[1] COLOMBIA. Editorial Prolibros Ltda. Santa fe de Bogotá 1999
[2] Colombia. Editorial Prolibro Ltda. Santa Fe de Bogotá. 1999
[3] COLOMBIA. Editorial Prolibros Ltda. Santa fe de Bogotá 1999
[4] COLOMBIA. Editorial Prolibros Ltda. Santa fe de Bogotá 1999

Ignacio Londoño Y Su Trayectoria Educativa

Se sabe, por la calidad de los primeros pobladores, que muchos de los adultos llegados de Antioquia eran capaces – con formas si se quiere rudimentarias – de transmitir los conocimientos básicos de lectura, escritura, aritmética, etc. propios de la iniciación escolar. Algunos han transmitido la experiencia que llegó a emplearse el uso de unas cajas llenas de arena en las que escribían las letras y se realizaban las operaciones matemáticas y se enseñaba el abecedario; los alumnos más destacados enseñaban a los demás y servían de monitores de la clase como hoy día se conoce, estos esforzados y estudiosos maestros habían impulsado la educación desde la fundación de Manizales, recordando a Mariano Ospina Delgado, como uno de los primeros. En 1865 se abrió el primer colegio de bachillerato para varones y en 1872 empezó a funcionar el Instituto Caldas, destacando el grado de instrucción que se podía alcanzar en la ciudad de Manizales, que hizo posible que Ignacio accediera al nivel Universitario del Colegio del Rosario.[1]
Enmarcado por los pensamientos políticos del momento, la crisis del federalismo y las tensas relaciones con la Iglesia Católica, el treinta y uno de enero de mil ochocientos setenta y nueve (1879) ingresó Ignacio Londoño Palacio al Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario para estudiar jurisprudencia como alumno externo y a cargo de sí mismo; época en la que Gil Colunje era rector de este Colegio, de quién se destaca que fue el último rector electo según las antiguas constituciones para el período del primero de enero de mil ochocientos setenta y cinco (1875) hasta el treinta de enero de mil ochocientos ochenta (1880) .
El 31 de enero de dicho año (1879) se matriculó para llevar a cabo los cursos de: Derecho Internacional, Economía Política, Ciencia y Derecho Constitucional, Ciencia Administrativa y Práctica de las Asambleas; sin opción a grado porque debía habilitar Geografía y Geometría. Dicha matricula consta en el folio 12 bajo el numero 23.
[2]
El diecisiete de noviembre de mil ochocientos setenta y nueve (1879) presentó los exámenes anuales cuyas calificaciones obtenidas fueron: En Economía Política, de aprobado con plenitud número quince (15); en Ciencia y Derecho Constitucional, Ciencia Administrativa y Práctica de las Asambleas de notable número catorce (14).
El dieciocho de noviembre presentó el examen de Derecho Internacional obteniendo una nota de notable número catorce (14).
El dieciocho de febrero de mil novecientos ochenta bajo el número 40 se matriculó en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en las asignaturas de Pruebas Judiciales y Derecho Civil Español; obteniendo en Derecho Civil Español un buen calificativo por su inteligencia y constancia y en Pruebas Judiciales aprobado con plenitud número doce (12).
Dos meses después de Ignacio haberse matriculado para llevar a cabo su segundo año en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, mas exactamente el 8 de Abril de 1880 se posesiona el Dr. Rafael Núñez, candidato de los liberales independientes y apoyado por conservadores, cuyo lema fue “ regeneración administrativa fundamental o catástrofe”
El dos de noviembre de mil ochocientos ochenta y uno, se matriculó como alumno interno y tomó los cursos de Civil Cundinamarqués y Procedimientos Judiciales (Código Judicial Civil de Cundinamarca). Obtuvo una calificación de aprobado con plenitud con el número 12.
El veintisiete de noviembre de mil ochocientos ochenta y uno se certificó que Ignacio Londoño Palacio realizó el examen de habilitación del curso de Legislación Civil y Procesal en el que obtuvo una calificación de sobresaliente con el número 16, y que había ganado el curso de Filosofía.
El veinte de diciembre de 1881 presentó al Señor Rector del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Manuel Ezequiel Corrales, la solicitud para presentar el grado de derecho expresando lo siguiente: “deseando presentar el grado de Derecho y estando con capacidad de hacerlo, ruego se digne señalar el día y la hora en que el examen se debe realizar como también designar los catedráticos que deben servir de réplicas”.
Ese mismo día el Rector del Colegio estableció que debía presentar el examen a las cinco de la tarde en el salón rectoral, designando a los siguiente catedráticos: el Doctor Juan Agustín Uricochea, en Derecho Civil Español; el Doctor Enrique Díaz, en Derecho Civil Cundinamarqués; El Doctor Emigdio Palán, en Procedimientos Judiciales; y el Señor Rector, en Derecho Internacional por ausencia del Señor Catedrático de la clase.
El examen duró el tiempo reglamentario y fue calificado de sobresaliente con el número 16. Posteriormente el veintisiete de diciembre de mil ochocientos ochenta y uno solicitó se le hiciere el examen en Ciencias Política para obtener el título de Doctor en Jurisprudencia, se le asignaran los catedráticos que lo evaluarían y el día, hora y lugar del examen.
El Rector del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Manuel Ezequiel Corrales, ordenó se hiciera el examen el mismo día de la solicitud a las cinco y media de la tarde en el salón rectoral cuyos examinadores serían: El Doctor Agustín Núñez, en Ciencia y Derecho Constitucional; el Doctor José María Rojas, en Lógica; el Doctor Juan Agustín Uricochea, en Legislación Civil y penal; el Doctor Ángel María Galán, en Economía Política; y El Señor Rector, en Pruebas Judiciales.
El Examen duró el tiempo requerido y fue calificado de sobresaliente con el número 16. Después de cumplir los requisitos para obtener el título de Doctor en Jurisprudencia, y de realizar los exámenes preparatorios, el 27 Diciembre de 1881 se graduó como Doctor en Jurisprudencia.
[3]
[1] MANIZALES FIN DE SIGLO. Matilde Santander Mejía Germán Velásquez Angel
[2] Archivo histórico del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Microfilmación.
[3] Archivo histórico Colegio Mayor Nuestra Señora del Rosario. microfilmación

Amigo Y Competidor De Uribe Uribe En El Colegio Del Rosario

Ignacio Londoño Palacio en enero de 1882 se desempeñó como vicerrector del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, año en el cual el Rector era Manuel Ezequiel Corrales. De su vicerrectoría lo poco que se conoce es que el cargo se daba por honor, debía tener durante su carrera unas notas muy sobresalientes. Para acceder a la Vicerectoría , concursó con Rafael Uribe Uribe siendo elegido Londoño por mayoría en la votación .[1]
El pensamiento político liberal de Londoño estaba directamente ligado al de su gran amigo el Dr. Rafael Uribe Uribe, su compañero de clase. Para conocerlo es necesario conocer el perfil del Doctor Uribe Uribe, quién nació en la hacienda de El Palmar, municipio de Valparaíso (Antioquia), el 12 de abril de 1859 y murió en Bogotá, asesinado por Leovigildo Galarza y Jesús Carvajal el 15 de octubre de 1914. Hizo sus estudios secundarios en el Liceo de la Universidad de Antioquia. En 1882 obtuvo el título de doctor en Derecho y Ciencias Políticas en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Bogotá. En 1883 fue nombrado profesor de Economía Política y Educación Física en la Universidad de Antioquia. Por la misma época ejerció su profesión de abogado en Medellín. Fundó entonces el periódico El Trabajo. Ejerció transitoriamente el cargo de Procurador General del Estado de Antioquia y el de Fiscal en el poder judicial. Participó en las guerras civiles de 1876, 1886, 1895 y 1899 como soldado primero y luego como oficial. Publicista, orador y jefe político, Uribe Uribe alcanzó uno de los más altos prestigios públicos que se han presentado en la historia de Colombia. Miembro del Congreso Nacional en los períodos de paz, ejerció también el periodismo y desempeñó transitoriamente cargos diplomáticos. Fundó el diario El Liberal y colaboró en El Autonomista. Durante el gobierno del General Rafael Reyes, cuya labor de reconciliación política apoyó, representó a Colombia ante los gobiernos de Argentina, Brasil y Chile y asistió a la Conferencia Panamericana de 1906. Fue uno de los más destacados jefes del Partido Liberal Colombiano y uno de sus más importantes ideólogos[2].
Según la historia del Partido liberal el Doctor Uribe Uribe representa el Liberalismo Socialista de arriba hacia abajo. Se caracteriza por una concepción proteccionista a los sectores sociales, intervensionista y reclamando la organización del pensamiento liberal en un Partido Liberal organizado.
[3]
Importante es resaltar la influencia que tuvo el pensamiento del Inglés Jeremías Bentham durante la época de estudios y desempeño Administrativo de Ignacio Londoño Palacio en el Colegio del Rosario y cómo en este siglo vuelve a resurgir este pensamiento con una menor oposición y con mayor libertad.

[1] Tradición oral familiar Olga Londoño Mejía y Diego Restrepo Londoño Sacerdote-historiador.
[2] Jaime Jaramillo Uribe. Antología del pensamiento político colombiano tomo I
[3] www.partidoliberal.org.co
(Imagen de Rafael Uribe Uribe. Sacada de la pagina web de la Luís Ángel Arango)

Influencia De Jeremias Bentham

A través de los diversos pensamientos filosóficos que se han impuesto desde la época de la independencia hasta nuestros días, podemos encontrar iguales concepciones que han estado presentes en nuestra conciencia colectiva nacional y que de una u otra manera han dado orientación a diversos momentos políticos. Esos pensamientos a pesar de ser los mismos han sido utilizados de diversas maneras bien sea en las orientaciones de los partidos los partidos políticos, o en las constituciones de nuestro país, la academia, la economía, la investigación y la educación entre otros, siendo aún vigentes en los albores del siglo XXI cuando vuelve a estar en boga el pensamiento del Jurista ingles .
Las concepciones filosóficas orientadoras de nuestros partidos políticos están representadas en sus orígenes en el libertador Simón Bolívar y en el General Francisco de Paula Santander. Las posiciones conservadora-centralista de Bolívar y liberal- federalista de Santander han estado presentes no solo en la emancipación del dominio español sino en la formación de nuestra actual república, haciendo su aparición alternadamente y como premisa una de otra, llevando a apreciar en la historia que cada concepción, liberal y conservadora , ha sido importante y que la oposición es instrumento indispensable para la formación de un estado mas justo y más eficiente
.

Importancia Del Pensamiento De Bentahm

Con ocasión del Bicentenario del nacimiento y Sesquicentenario de la muerte del General Francisco de Paula Santander se hicieron innumerables reseñas entre las que se destacan la efectuada por Pedro León Vega Rodríguez “SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA” en la que se resume con gran nitidez la influencia del jurista ingles Jeremías Bentham en el pensamiento político del siglo XIX.
En efecto, escribe Rodríguez: el pensamiento político de los dos últimos siglos ha girado en torno a la concepción liberal de estado. El liberalismo ha sido una de las fuerzas creadoras del estado moderno, con los beneficios y estragos sociales que ha causado. Para los pueblos americanos el pensamiento liberal fue mas dominante, porque hacía parte de las ideas de los centralistas-conservadores y de los federalistas liberales, como de bolivarianos y Santanderistas. “Sin estas ideas hubiera sido imposible la independencia, la justificación de la revolución para separarse del imperio, para tomar distancia del anacronismo medieval que caracterizaba la organización económica y la estructura espiritual de España.”[1]
Las ideas de emancipación de Bolívar y su generación no solo venían de la opresión de la colonización sino también de “la aparición en el mundo occidental del espíritu burgués, cuyas formas de vida tenía un carácter irresistible que se imponía cada vez más: Sentido del trabajo, sobriedad, disciplina y habilidad para los negocios”.[2]

[1] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA
[2] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA
(Imagen de Jeremy Bentham)

El Benthamismo Político

El maestro Jaime Jaramillo lo describe de esta manera: La teoría de la legislación del jurista inglés, filósofo del utilitarismo, Jeremías Bentham, es la primera concepción del Estado y la primera filosofía política sistemática que se enseñó con carácter oficial en las universidades de la Nueva Granada, poco después de proclamada la independencia, y el primer cuerpo coherente de doctrinas emparentadas con la concepción liberal moderna del Estado, con que las clases cultas colombianas intentarían remplazar las enseñanzas jurídicas y políticas de la universidad colonial. [1]
Esta teoría venía a asentarse en tierra fértil ya que coincidía con el pensamiento de la burguesía y las necesidades de reorganización del Estado después de la guerra.[2]
Pedro León Vega Rodríguez da la razón histórica de la aceptación de los principios de Bentham en la reorganización del Estado en la siguiente disertación: En efecto, la concepción Benthamista de la legislación no era sino una de las expresiones de la racionalización del estado moderno, en la medida en que todas las actuaciones de éste se supeditan a estos tres principios: economía, simplicidad y eficacia. En otros términos, no era sino un aspecto de la tendencia de la vida moderna a llevar al Estado las formas y sistemas de operación propias de la economía capitalista, que de parte del Estado exigen una burocracia técnica y un sistema racional de legislación, es decir, un sistema unitario y sencillo de normas jurídicas de fácil conexión entre unas y otras…. Un sistema racional de legislación que hiciera eficaz el Estado y remplazase por un sistema uniforme y sencillo de códigos y normas". Lo que Juan García del Río llamaba entonces "la barbarie de la legislación española". Este decía: "es tiempo ya, en efecto, de que una legislación sabia ocupe el lugar de una compilación bárbara; de que nos deshagamos de esa hueste de leyes y decretos que nos acosa, y de que formemos unos códigos ilustrados, condensándolo todo en una forma y modo que, sin quitarle nada de su vigor, acabe la oscuridad y la contradicción que hoy reinan.
En este marco histórico encontramos una prueba de que los pensamientos de Bolívar y Santander han estado presentes en los diversos estadios de nuestra trayectoria y que si han tenido divergencias también han tenido coincidencias como las que se observan frente a la educación. Ambos pensaban indispensable la educación de los ciudadanos como lo dijo Bolívar en Angostura "un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción". Imbuido por su pensamiento y consciente de que la sociedad no tenía directrices resalta Vega Rodríguez que Santander promulgó un decreto el 8 de Noviembre de 1825 en el que se ordenaba la enseñanza de la legislación según los libros del jurista inglés Jeremías Bentham, filósofo del utilitarismo. Pero en torno a estas ideas se suscitó una polémica interminable que alimentó la vida espiritual de Colombia por más de medio siglo y que se conoció como la Querella Benthamista.
[3]
Relata Vega Rodríguez que las primeras reacciones fueron religiosas pero los acontecimientos fueron más allá y abarcaron el campo político, ético, filosófico, y establecieron, en general, una confrontación de carácter ideológico al interior de la sociedad neogranadina que obligaron dos años después a Santander a modificar su decisión. "
[4]
Del estudio histórico se destaca que las ideas de Bentham ya habían sido pregonadas por Antonio Nariño quien en 1821 había publicado en el periódico “La Bagatela” extractos de su pensamiento. Las ideas de Bentham habían sido descalificadas por Bolívar mediante decreto de 20 de Octubre de 1828 señalaba que “el origen de los males de la sociedad, como la conspiración del 25 de septiembre, estaba en las enseñanzas de autores como Bentham, "que al lado de máximas luminosas contienen muchas opuestas a la religión, a la moral, y a la tranquilidad de los pueblos". En ese decreto se suspendían "las cátedras de principios de legislación universal, de derecho público, político, constitucional y ciencia administrativa", y también se ordenaba "obligar a los jóvenes a asistir a una cátedra de fundamentos y apología de la religión católica romana".
La historiadora Pilar Moreno de Ángel, en su libro "Santander", considera que “Bolívar actuaba así respondiendo más a la práctica política que a sus propias ideas, porque en su carta a Bentham del 15 de Enero de 1827 le escribía que esperaba con ansia le enviara "las obras de legislación civil y judicial juntamente con las de educación nacional, para estudiar en ellas el método de hacer bien y aprender la verdad, únicas ventajas que la providencia nos ha concedido en la tierra, y que usted ha desenvuelto maravillosamente prodigando con profusión sus goces a los individuos de nuestra desgraciada especie, que largo tiempo sufrirán todavía el mal y la ignorancia.
[5]
En 1835, en su segundo gobierno, el general Santander entonces Presidente, intentará de nuevo abrir las puertas de la educación a las ideas de Bentham y otros autores. Pero también de nuevo se desata la querella que le impide llevar a cabo su propósito. Sobre la situación reinante se expresa José Manuel Restrepo, Presidente de la dirección de instrucción Pública, poniendo su propia opinión en boca de los padres de familia en el informe al Presidente Santander: "existe un descontento general de los padres de familia, los que se quejan amargamente de que se enseñen con las clases de jurisprudencia unos principios de legislación, que en concepto de dichos padres corrompen la moral de sus hijos y destruyen la religión". En esa ocasión la iniciativa de suprimir la enseñanza de Bentham fue iniciativa del Congreso, con estos argumentos del 18 de abril de 1836 que respondían a las peticiones de los sectores conservadores de la sociedad: "si este clamor fuera más que suficiente en una monarquía para obligar al gobierno a acceder a tan justas reclamaciones ¿cuánto más debe serlo en un gobierno popular representativo para que los apoderados del pueblo decreten conforme a la voluntad de este que es el soberano?
En nuestro sistema la ley es la expresión de la voluntad general, pues como contra la voluntad de los neogranadinos bien pronunciada en este asunto, ¿habría de continuar la enseñanza por Bentham, Tracy y demás autores perjudiciales? Si esto sucediera, incurriríamos en una anomalía…porque tendríamos pueblo soberano sin soberanía, pueblo libre sin libertad para hacerse el bien". En su artículo primero, el Congreso, apropiándose de las facultades del ejecutivo, decreta: "se suprime en todas las universidades y colegios de la república, la enseñanza de los principios de legislación universal por la obra de Jeremías Bentham".
[6]
La doctrina del Utilitarismo sería estudiada a Fondo por Miguel Antonio Caro quien le critica la imposibilidad de ser una teoría ética de valor universal y su alejamiento de los valores y la tradición como son el espíritu español y cristiano reinante en la época.
Vega Rodríguez expone que Caro concebía la sociedad como un todo, anterior, superior y esencialmente diferente a la suma de sus componentes individuales. Buscaba además, darle al Estado una mayor capacidad de intervención en la sociedad, en una época en que en Europa declinaba la concepción liberal del Estado y la mayor preocupación era la cuestión social. En el campo filosófico criticaba el liberalismo de esta manera: "suponen los sostenedores de la libertad omnímoda que abandonando a sus propios impulsos los diversos intereses particulares, se concilian por ley natural y encuentran siempre equitativas y felices soluciones. La razón y la experiencia desmienten esta afirmación.
[7]

Continua Vega Rodríguez narrando que aun con toda la oposición existente, las ideas de Bentham siguieron enseñándose en los años siguientes en la sociedad neogranadina y la querella que suscitó continuaría expresándose en las posiciones políticas radicales de los partidos liberal y conservador colombianos. El Benthamismo se emparentaba con la concepción liberal del Estado, pero no era lo mismo, por lo que pasarían algunos años antes de que se intentara organizar la nación sobre la base de la ideología liberal en su sentido clásico. Los conservadores por su parte no descansarían hasta lograr restituir los privilegios de la religión católica como base de la formación del ser humano. Esta confrontación sería la causa de la cruenta guerra civil en la segunda mitad del siglo XIX, antes de la regeneración y de la caída del liberalismo radical en Colombia.[8]


[1] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA .
[2] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA .
[3] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA.
[4] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA
[5] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA.
[6] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA
[7] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA.
[8] www.estoraques.org/PEDRO%20LEON%20VEGA/PEDRO%20LEON%20VEGA2.html. Pedro León Vega Rodriguez.SANTANDER, LA EDUCACION Y LA QUERELLA BENTHAMISTA

(Imagen de Jeremy Bentham. Sacada de www.blupete.com)