Fundación De Manizales

Los colonos observaban desde Neira el espinazo de la cordillera donde hoy se encuentra el alto de Chipre, veían la forma de un "morro gacho"; ese fue el primer nombre dado a la región. El más importante explorador de las tierras del sur fue Fermín López Buitrago (1780 - 1846), nacido en Rionegro: no fue el fundador de Manizales, pero sí el primero en pisar estas tierras. Aunque llegó aquí por equivocación, en 1834 o en 1837, lo que en realidad lo trajo fue la esperanza de encontrar un territorio libre para ser poblado. "En el siglo XVIII estos valles, selvas y lugares inhóspitos, baldíos, no tenían dueño conocido. Con la Conquista pasaron a ser propiedad de la corona española, por lo que recibieron el nombre de realengas", escribe Javier Ocampo López, miembro de Número de las Academias Colombianas de Historia y de la Lengua, en "Manizales 150 Años". Explica que cuando a un particular se le entregaba una de estas demarcaciones, se hacía por medio de una concesión, con el compromiso de que fuera explotada con fines económicos.[1]
González Salazar, Aranzazu, Villegas y Burila fueron unas de esas concesiones. De la primera, salió don Fermín López con el deseo de hallar un nuevo sitio donde ubicarse con su familia y con la de José Hurtado. Llegaron hasta el Morro de San Cancio. [2]
En esta expedición "los colonos que lo siguieron, descuajaron montes, construyeron casas para sus familias, plantaron maíz y demás productos para su sustento durante tres años, en las tierras donde años después fue fundada Manizales", narra Ocampo López. Don Fermín, al darse cuenta que permanecía en la comarca de la compañía González Salazar, recogió sus utensilios y junto con su familia y amigos se devolvió para Salamina, en donde se enteró del error que había cometido al confundir el río Guacaica con el río Chinchiná.[3]
Bien pudiera haberse quedado allí Fermín López con la esperanza de que su paradero no sería descubierto, o de que se le cedería el terreno que había ocupado, pero este hombre honrado se hizo la reflexión siguiente: 'Estoy dentro de los terrenos que he prometido abandonar, y ante todo debo cumplir mi palabra, escribe Valencia Llano, citando al escritor José María Restrepo Maya.
Sin embargo, el error no fue impedimento para continuar con la colonización. Emprendió camino hacia el sur, ruta donde encontró a Cartago, hoy Pereira, y a Santa Rosa de Cabal, municipio que fundó y que bautizó con ese nombre porque el 30 de agosto de 1843 era el día de la patrona de América Santa Rosa de Lima.
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La dirección escogida fue intencional, pues según Ocampo López, "la decadencia de la minería y la agricultura en Antioquia, el crecimiento demográfico de la población antioqueña y el estado miserable de grandes núcleos de población", lo llevaron a él y a sus compatriotas a emigrar hacia el sur. Tres años después de haber fundado a Santa Rosa de Cabal, don Fermín murió. La huella de su machete quedó marcada en el sitio conocido como Los Rastrojos, un lugar donde los fundadores de Manizales, no sólo encontraron vestigios de su presencia, sino el aliento suficiente para hacer posible la Colonización Antioqueña.
El Papel desempeñado por Fermín López reviste gran importancia porque tras sus huellas caminaron otras personas que viniendo de diferentes puntos de Antioquia se sumaron al torrente colonizador.
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Desde 1846 los colonos vivían en Neira pero sus parcelas estaban localizadas en numerosas fincas de Morrogacho; aquí producían artículos de subsistencia (maíz, fríjol, plátano, yuca, gallinas, cerdos) y compraban en Neira y Salamina la ropa y las herramientas de trabajo.[6]
Por estos años los habitantes de Salamina y Neira tenían un complicado pleito con la empresa González-Salazar y Compañía que alegaba ser la propietaria de los terrenos que se extendían desde Salamina hasta el río Chinchiná; los colonos confundieron el río Guacaica (entre Neira y Manizales), con el Chinchiná y pensaron que si cruzaban aquél se salían del territorio pretendido por González-Salazar y Compañía. Por estas razones los pobladores tomaron la determinación de fundar una población en Morrogacho; el 6 de julio de 1848 realizaron la llamada "Exploración de los Veinte" ya que estaba integrada por este número de personas propietarias de fincas, aunque también participaron algunos peones. La siguiente es la lista de estos exploradores considerados fundadores de la ciudad de Manizales: Antonio María Arango, Joaquín Arango Restrepo, Victoriano Arango, Pedro Arango, José Pablo Arias, Silverio Buitrago, Antonio Ceballos, José María Correa, José Joaquín Echeverri, Nicolás Echeverri, Alejandro Echeverri, Esteban Escobar. Manuel María Grisales, Vicente Gil, Vicente Giraldo, Juan Antonio Gómez, Marcelino Palacio. José María Pavas, Antonio Quintero, Benito Rodríguez.[7]
La Expedición salió de Sancancio o Rastrojos y se dirigió a lo que hoy se llama La Enea y Tesorito, estaban dispuestos a realizar la población en La Enea, en una explanada que encontraron, rozaron el monte pero pensaron que este poblado quedaba por fuera del camino que de Neira conducía a Santa Rosa de Cabal y Cartago. Buscaron otro sitio en Las Minitas, en la margen derecha de la quebrada de Olivares, aquí rozaron el monte trazaron la plaza y las calles, pero también abandonaron el sitio por quedar por fuera del camino Neira-Santa Rosa de Cabal. De aquí marcharon hacia la cuchilla de El Carretero en el camino para La Elvira, pero encontraron el lomo de la cuchilla estrecho, poco sólido y falto de agua por lo que decidieron marchar hacia el punto donde hoy se encuentra la Plaza de Bolívar.[8]
El terreno señalado estaba bien ubicado como cruce de caminos y desde el punto de vista militar, pero era la finca de Manuel María Grisales el cual entregó el terreno para la fundación del poblado y para la repartición de lotes a condición de que cada favorecido le pagara un peso sencillo por el solar que recibiera. Sobre esto escribió Grisales, años más tarde, que el compromiso lo cumplió solamente don Ignacio Londoño y agrega que "Perdí así todo mi trabajo de aperturas, desde el cementerio viejo hasta la catedral, debiendo tenerse en cuenta que en aquellos tiempos los víveres eran muy costosos, porque se traían a espalda desde Salamina y sudando la gota gorda, porque no había caminos".
No se sabe la fecha exacta de la fundación del poblado ya que no se hizo acta, además la fundación como tal duró varios días; pero de acuerdo con los protagonistas la fundación ocurrió el mes de septiembre de 1848. Durante este mes se limpió el terreno y se organizó la "roza de comunidad" o sea el cultivo de maíz y fríjol para alimentarse posteriormente mientras continuaban la "limpia" del terreno. A continuación se demarcó la plaza principal llamada Bolívar, se separó un lote para construir la iglesia y se repartieron los solares para los pobladores. Toda esta actividad fue dirigida por Marcelino Palacio, Manuel María Grisales, Joaquín Arango, Antonio María y Victoriano Arango, Nicolás, Joaquín y Alejandro Echeverri, Antonio Ceballos, Vicente Gil y José María Osorio, los cuales deben ser considerados como los más importantes fundadores de Manizales.
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Se tuvieron en cuenta varios nombres para bautizar la nueva villa: Morrogacho, Guacaica, Palestina y Manizales; pero se impuso este último por la abundancia de la piedra maní que es una roca granítica de color gris, compuesta por mica, feldespato y cuarzo, muy abundante en los ríos de la región. Por la abundancia de esta piedra la gente decía que la zona era un gran manizal, región de muchos Manizales.[10]
Transcurridos estos hechos los fundadores se preocuparon por darle vida legal a la joven villa ya que los terrenos estaban siendo reclamados por la empresa González-Salazar y Compañía. En este sentido Marcelino Palacio quien ya se había enfrentado a esta empresa inició intensa campaña para dejar en claro la fundación de Manizales. Para ello habló con don Mariano Ospina Delgado, vecino de Salamina y Diputado de la Cámara Provincial de Antioquia para que presentara un proyecto de ordenanza que considerara la creación del distrito de Manizales. El proyecto se presentó el 16 de septiembre de 1849, el 1 de octubre se dictó la ordenanza de la fundación y el 12 del mismo mes fue sancionada por el gobernador, Jorge Gutiérrez de Lara.[11]
Después de esta ordenanza fueron nombradas las primeras autoridades del municipio: Antonio Ceballos, primer Alcalde; Antonio María Arango, Juez y como Procurador, Joaquín Arango. Además se eligió el Cabildo (Concejo) el cual empezó funciones el primero de enero de 1850. Se iniciaba la administración municipal.[12]
En estas condiciones el territorio conocido como Morrogacho se pobló rápidamente y en la medida que surgían guerras civiles, nuevos contingentes de campesinos sin tierra se vinculaban a la aventura colonizadora huyendo de los reclutamientos para los ejércitos y de los empréstitos forzosos para aprovisionar las tropas. Durante los años 1842 - 1848 la región de Morrogacho fue habitada por numerosos colonos que llegaban con sus familias y se situaron en la Linda, El Tablazo, El Guineo, Morrogacho (Chipre), Plano de Morrogacho (La Francia), Sancancio y La Enea. Los colonos llegaban provistos de herramientas: barretones, azadones, palas, regatones, güinches (para rozar y desyerbar), calabozos (especie de machete curvo para rozar), hachas, serruchos de mano y largos para aserrar, limas para amolar, todos estos eran elementos fundamentales para colonizar. Pero además los bastimentos incluían mazorcas de maíz amarillo y de maíz capio, talegas con vainas de fríjol, semillas de papa, colinos de yuca, de arracacha y de plátano; en tarritos pequeños transportaban semillas de plantas medicinales y de algunas matas de adorno.
Pero mientras cultivaban la roza y la sementera, los colonos se alimentaban de carne de monte ya que abundaban venados, guaguas, gurres, conejos, cabras, pavas y dantas. Además las primeras familias dispusieron del ganado vacuno que estaba remontado en las llanuras al pie de la nieve del Nevado del Ruiz y que había pertenecido presumiblemente, a una comunidad religiosa de Mariquita.
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De otro lado los colonos encontraron minas de aluvión en las quebradas y en los ríos, lo que les permitió disponer de recursos para comprar herramientas de trabajo, ropa y semillas, las cuales adquirirían en Salamina y Neira. La apertura de caminos de herradura como vías de comunicación, hizo aparecer los tambos y posadas a la orilla del camino, cada 3 leguas.[14]

[1] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[2]www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[3] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[4] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm
[5] www. Geocities.com/raicespaisas/morrogacho.htm
[6] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[7] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[8] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm.
[9] www.geocities.com/raicespaisas/Morrogacho.htm
[10] www.Geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
[11] www.Geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
[12] www.Geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
[13] www.geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm
[14] www.geocities.com/raicespaisas/Manizales.htm


(Imagen sacada de www.turiscolombia.com)