La Constitución De 1886 Y La Hegemonía Conservadora

El panorama nacional continuaba siendo tensionante, ya que Núñez vuelve a la presidencia apoyado por los liberales independientes y por los conservadores, pero reinaba el recelo de los liberales radicales quienes no toleraban su alianza con los conservadores a quienes les entregó las armas para que lo defendieran “ ahora era un presidente liberal atacado por liberales y defendido por conservadores. Era el anverso del general Mosquera. Claro que Núñez nunca se declaró conservador”[1]
La entrega de armas a los conservadores le valió a Núñez que lo llamaran traidor, a pesar de todo fue un gran visionario de la realidad nacional y junto con Miguel Antonio Caro fue el ideólogo de la constitución de 1886 en la que se desarrollo el centralismo político y la descentralización administrativa, se fortaleció el ejecutivo y se cambio el nombre por el de República de Colombia, los estados soberanos pasaron a ser departamentos, se devolvieron los fueros a la Iglesia Católica. Esta constitución trajo la paz y fue la verdadera regeneración prepuesta por Núñez. Su error fue que no ejerció el poder directamente sino a través del vicepresidente y no desde Bogotá sino desde Cartagena, lo que ayudó al ultra conservador Miguel Antonio Caro quien se quedó con la presidencia.
La aplicación que se le dio a la constitución de 1886 no fue justa ni imparcial. No hizo sino restringir libertades, acabar con los estados soberanos y entrar en relaciones con la Iglesia; en lo político fue aprovechada para perseguir a los liberales, cuyo instrumento fue la ley 61 de 1888 llamada la ley de los caballos. El sectarismo de Caro lo llevo a desterrar al jefe del liberalismo, que en el congreso no tenía sino 2 representantes Rafael Uribe Uribe y Luis A. Robles.
[2]
En tales condiciones no había más que la revolución para vivir o morir dignamente y ésta estallo el 22 de enero de 1895 al mando del General Rafael Reyes, revolución que fue apaciguada con la batalla de enciso; dicha tregua fue efímera porque el clima revolucionario persistía.
El 7 de agosto de 1898 se posesiona el vicepresidente Marroquín, debido a la enfermedad del presidente electo Manuel Antonio Sanclemente. Su gobierno fue bien visto por el General Rafael Uribe Uribe; pero no por el Señor Caro quien obligó a Sanclemente a posesionarse y quién por su enfermedad gobernó desde Anapoima. Los ministros se quedaron en Bogotá y otra vez nació el sectarismo. En 1899 en el Socorro se dio el grito de revolución, y nuevamente liberales y Conservadores iniciaron su lucha que solo termina en 1902, periodo en el que se desarrolló la guerra de los mil días.
[3]
[1] COLOMBIA. Editorial Prolibros Ltda. Santa fe de Bogotá 1999
[2] COLOMBIA. Editorial Prolibros Ltda. Santa fe de Bogotá 1999
[3] COLOMBIA. Editorial Prolibros Ltda. Santa fe de Bogotá 1999
(Imagen de Rafael Nuñez. Sacada de La Bliblioteca Luís Ángel Arango)